jueves, 20 de diciembre de 2012

10 cosas que odio de la Navidad


El desenfrenado impulso de comprar regalos para toda la familia, especialmente a los niños, Jesús no dio barbies ni carritos electrónicos a los más pequeños. No los perdones padre que ellos si saben lo que hacen.

La increíble capacidad de cenar pavo, chancho, paneton, chocolate, pan, vino, etc. Todo eso en una hora donde normalmente estamos durmiendo, esta comida si que revienta el colesterol, los triglicéridos  y la glucosa.

La insoportable sensación de paz y amor de esta fecha, seamos claros, cuantas familias dialogan, conversan o por lo menos comentan sobre el verdadero significado de la navidad en la “cena”.

La impasable publicidad que idolatra al dios consumismo, pero que desesperante es ver televisión en diciembre.
El inmediato aumento de las tarifas en los taxis a cualquier parte de la ciudad, estimados taxistas la mayoría de trabajadores no recibe gratificación.
El espantoso trafico del centro de Trujillo, es la única temporada del año donde esta hermosa ciudad supera a Lima en este tema.
Las hipócritas chocolatadas de navidad para los “niños pobres”, es asombroso como en estas semanas nos brota una solidaridad tan natural. Como si ellos solo necesitaran de nuestra bondad en diciembre.

Lo imposible que resulta caminar tranquilo por las calles históricas de mi bella ciudad, tanta cantidad de gente zombi de la película residencia evil inyectada por el virus “compra”.
Tener obligatoriamente tu nacimiento y arbolito de navidad bien adornado y puesto en la sala de tu casa. Hasta ahora la misma iglesia católica cuestiona si Dios mando a su único hijo para que naciera en un pesebre junto a vacas y ovejas.

La lamentable confirmación que la Navidad dejo de ser ese espacio de reflexión y gozo por Jesucristo, para convertirse en un paradigma del consumismo y la “Modernidad”.

sábado, 8 de diciembre de 2012

¿Qué es la felicidad?


Cuando un estentóreo papá sale de la boca de mi hijo Pedrito ni bien me ve, esa es su forma de decirme que lo cargue.
La sonrisa de mi hija Anna Paula mostrando unas ventanitas que han hecho que el hada de los dientes trabaje y pague doble por los preciados tesoros.

La respuesta: ¡Que mi amor!, de mi esposa Anna María, siempre que la llamo para cualquier cosa, repito cualquier cosa.

La risa de mi madre Dora, porque haría reír hasta al mismísimo Benedicto XVI en plena misa de semana santa, es imposible no reírse al escucharla, jajajja.
Ver a Anna Paula y Pedrito hablando y jugando juntos, ella de 6 y el de 1 año se entienden a la perfección, tanto que hasta cuando lloran lo hacen a coro.

Los silencios de Anna Maria cada vez que sabe que tiene razón pero espera que yo le diga que realmente lo tiene.
Los abrazos de mi madre, cuando llego a casa luego de un largo viaje, quizás piense que cada vez que me voy existe la posibilidad de que ya no regrese.

Los atardeceres de Huanchaco de esta hermosa ciudad a la que he regresado, son solo minutos donde tienes el gran placer de observar y sentir como el sol le hace el amor al mar.
Dicen que la familia es la verdadera riqueza, yo diría que es la única.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Aún siento ese fuego…


Todavía creo que podría escribir una excelente crónica como la que publique hace muchos años en la revista “Vision Urbana”. Aún estoy convencido que haría un buen reportaje sobre los niños del cerro “El Toro” en Huamachuco. Me cuesta reconocer que ese toque mágico para realizar entrevistas reveladoras me haya abandonado, Beto Ortiz alguna vez me felicito por ello.  No puedo aceptar  que ese fuego llamado periodismo haya desaparecido de mis entrañas.

No hago periodismo hace 5 años, pero naci para ser periodista de diario. Fui formado y concebido así desde la Universidad. Hecho para sentir la adrenalina cuando yo y nadie más, conseguía la “Pepa”. Me trajeron al mundo para  que el director siempre me diera la razón cuando discutía con el editor por alguna comisión que no quería hacer. Estaba destinado a convertir un cierre de edición, en una pequeña fiesta donde las madrugadas y unas cervezas serian los mejores cómplices de un periódico fresquito con olor a tinta.

Cada vez que leo a alguno de mis amigos periodistas, me reclamo a mi mismo porque no estoy junto a ellos ejerciendo el oficio de contar historias para el olvido, de ser quien se enfrente a la página en blanco cuando regresa a la sala de redacción cargado de hechos y anécdotas para una portada, una abridora o  simplemente algo para cerrar la sección.

Sin lugar a dudas me hubiera divertido muchísimo con los egos periodísticos. Conozco a muchas grandes promesas del periodismo actual, ha algunas realidades periodísticas ya concluidas y ha pocas plumas que merecen reconocimiento nacional e internacional. Esto, solo referido al medio de mi hermoso Trujillo, porque allí fue donde ese fuego llamado periodismo me atrapo en un instante para luego desaparecer casi por completo.

El periodismo llego y me hizo el amor cuando tenia 25 años, fue un coitus interruptus que duro 6 meses, pero que mi propia realidad término por derrumbar. Como si fuese un tatuaje de satisfacción impregnado en mi vida que se iba diluyendo por culpa de la necesidad y las responsabilidades.

Hoy me dedico al desarrollo, las ONGs y la responsabilidad social empresarial ahora son mis temas, pero aún siento que ese fuego  quema cada día mis silencios, mis nostalgias y locuras.

sábado, 7 de julio de 2012

Señor Ollanta vaya a Cajamarca…

Y demuestre que el primer funcionario del país es capaz de sentarse a dialogar con el presidente regional y los alcaldes distritales donde el proyecto Conga tendrá una influencia directa, vaya y converse con la población cajamarquina  común y corriente que voto por usted, y también con los que no lo hicieron. Charle, reflexione, discuta,  sea alguien que escucha, antes que un comandante que ordena.

Siéntese en esa hermosa plaza y oiga lo que dicen los comerciantes, los maestros, los empresarios, los vendedores de emoliente, los canillitas, los ejecutivos, los mineros, los  estudiantes, los artistas, seguro todos tienen algo que decirle. Por favor señor Humala, ya es hora que algunos de sus asesores le diga que es hora de ser coherentes, las 05 vidas de inocentes son un alto precio que justifica demasiado un gesto que sentaría un precedente único en la forma de gobernar.

Sea un estadista, querido Humala, acaso es mucho pedirle. Claro no es fácil serlo, es más creo que no va en esa dirección, pero su presencia en Cajamarca seria muy importante para solucionar dos cosas: Pondría fin al conflicto y generaría puentes de dialogo vinculantes.

Presida la negociación, ¿Porque un presidente no pude hacer eso? Seguro muchos dirán que esa no es su función, que para eso están los ministros, y así ya lo dijo usted. Pero en una situación critica donde esta en juego el modelo de desarrollo e inversión en minería, usted debe institucionalizar el dialogo y dejar las cosas encaminadas para que otros funcionarios las implementen.

Su visita a Cajamarca haría que las encuestas se disparen en relación a su imagen y recupere un poco su popularidad, pero el objetivo no seria ese, podría ser una  consecuencia. Su llegada estaría dentro de lo “Políticamente Correcto” que raras veces se practica.

¿Alguna vez querido comandante, pensó siquiera en esta posibilidad? La de ir a Cajamarca. Estoy convencido que si, pero todos los chupamedias que tiene en Palacio pusieron el grito al cielo cuando lo sugirió alguna vez.

Nadine, si hay algo que te haría pasar a la historia, más que el hecho de ser la primera dama, seria convencer a Ollanta que viaje a Cajamarca, y demuestre que todavía queda algún rezago de la persona que prometió “La gran transformación”.

martes, 7 de febrero de 2012

AMO Y ODIO AL FACEBOOK

Amo al Face porque puede ser una la única cosa en el mundo que te quita el estrés con solo un clik, un me gusta, lindos comentarios o un hermoso dialogo con buenos amigos o amigas.
Odio al Face porque puede hacerte creer que eres “importante” cuando muchas personas comentaron tu última foto, una frase sacada de algún libro de Coelho, o quizás alguna travesura que pueda hacerte popular.
Lo amo porque siento que nunca la palabra Libertad ha encontrado un espacio donde pueda jugar en pared con la complicidad y la Malicia. Todos en Face saben a lo que se arriesgan cada vez que ponen información muy íntima.
Lo odio, es más lo desprecio, cuando se convierte en una herramienta que puede causar violencia, acoso sexual, discriminación y racismo. Vean los comentarios sobre Ollanta Humala en plena campaña electoral o el mote de “rompecatre” que se impuso, la ahora modelo Rosario Ponce.
Amo, y de verdad que sí, cuando el face se convierte en un espacio contracultural, una zona de cuestionamientos constantes a la brutalidad humana, un lugar donde se digan y pongan cosas que la mayoría no sabe o no quiere saber.
Odio, y con todas la fuerzas de mi corazón, al face cuando es una simple oda a la banalidad, una hoguera de vanidades, un carnaval de figuretismo y superficialidad.
Amo y odio al face porque he aplicado en el casi todo lo que odio, y casi nunca lo que amo.
Amo y odio al face, porque luego de publicar esta columna seguramente habrá críticas buenas y malas, porque si de elegir entre joder y conformarse, elijo joder para vacilarme, prefiero reírme antes de ahorcarme.